Tamales de piña
1 Kilogramo de masa de maíz
2 Tazas de piña en almibar escurrida
150 Gramos de manteca
2 Tazas de azúcar
1 Cucharada de polvo para hornear
Hojas de elote para tamales
Una pizca de sal
¿Cómo se preparan?
Las hojas las ponemos a remojar en agua. Lo primero que haremos será acremar muy bien la manteca, para esto la vaciamos en una cacerola grande y la revolvemos muy bien, ya que esté acremada agregamos la masa de maíz junto con las 2 tazas de azúcar y revolvemos nuevamente hasta que ya no se sienta el azúcar al tomar un poco de masa, agregamos la pizca de sal, seguimos revolviendo y agregamos poco a poco el polvo para hornear revolviendo constantemente hasta que se integre bien, si sientes que la masa está quedando muy espesa agrega un poco de almibar (el de las piñas).
La mejor manera para saber que nuestra masa está lista es tomar un vaso de agua, dejamos caer en el un poco de masa y si esta flota quiere decir que nuestra masa ya está lista, si esto sucede por último vamos a agregar la piña en trozos pequeños y revolvemos muy poco para que la piña no se desbarate.
Las hojas para tamal las escurrimos y extendemos y ponemos encima de cada una cucharadas de masa, después las doblamos y acomodamos en una olla vaporera, una vez que tengamos todos los tamales en la olla colocamos algunas hojas encima para que nos ayuden a que el vapor se mantenga en los tamales, tapamos la vaporera y prendemos fuego, esperamos a que el agua empiece a hervir y contamos una hora, después de este tiempo ya estarán listos nuestros tamales de piña.
Para saber si los tamales ya están listos debemos de sacar uno y abrirlo, si el tamal se despega bien de la hoja es que ya están listos, si esto no sucede volvemos a tapar la olla y cocinamos unos minutos más.
A muchos nos gusta experimentar en la cosa para crear nuestros propios platillos y darles nuestro toque especial con recetas fáciles de preparar en tu cocina en tan sólo 20 minutos. Preparar alimentos en la cocina para unos no es fácil, pero siguiendo una buena receta lo podemos lograr. Además, no hay nada más rico que probar platillos hechos por nosotros mismos con mucho amor.
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