Pasta con pollo
Para que nuestras pastas caseras no se peguen cuando las cocinamos, tenemos que usar abundante agua, calculamos unos 5 litros de agua por cada 500 gr de pasta.
Para cocinarla, tenemos que esperar que la olla rompa el hervor, echar la pasta, tapar la cacerola hasta que vuelva a hervir y luego retirar la tapa. No es bueno que las pastas se cocinen en agua hirviendo.
Las pastas rellenas pequeñas son delicadas. Para evitar que se nos habrán durante la cocción, es conveniente congelarlas durante 1 hora y luego cocinarlas como de costumbre.
Cuando la pasta esté al dente, no debemos enjuagarlas con agua fría a menos que estamos por preparar ensalada fría. De lo contrario, provocaremos que pierda el almidón necesario para que se adhiera la salsa.
4 personas
INGREDIENTES
Sal y pimienta, al gusto
Aceite vegetal, el necesario
400 gramos de pasta mediana
1 pechuga de pollo, cocida y deshebrada
2 tallos de apio, picados
1 lata de alcachofas, cortadas en mitades
100 gramos de queso parmesano rallado
100 gramos de arándanos deshidratados
1 taza de trocitos de piña en almíbar, escurridos
4 cucharadas del almíbar de la piña
1/4 de taza de mayonesa
PASO A PASO
1. En una olla calienta suficiente agua con sal y una cucharadita de aceite, cuando suelte el hervor, incorpora la pasta y cocina hasta que esté al dente; escúrrela y refréscala bajo el chorro de agua fría.
2. Ponla en una ensaladera, agrega el pollo, el apio, las alcachofas, el queso, los arándanos y la piña; revuelve con cuidado para no romper la pasta.
3. En un tazón combina el almíbar con la mayonesa, sazona con sal y pimienta, baña la pasta, revuelve y sirve las porciones a temperatura ambiente.
Nota: Si deseas, sustituye los arándanos deshidratados con pasitas claras, y la mayonesa con crema.
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